Por JB Bissell, Sophie Cole, Steve Gorten, Emily Schlorf
Cuando se menciona un viaje por carretera, la mayoría de la gente empieza a pensar en dulces placeres culpables, cintas con mezclas de clásicos y quizás en algunas de sus anécdotas favoritas del viajero más grande de todos los tiempos, Clark W. Griswold. Y aunque también solemos asociar los viajes por carretera con ir y volver de nuestro destino, a veces hacer un largo viaje en automóvil en la mitad de las vacaciones es una forma ideal de vivir experiencias variadas y visitar diversos lugares de interés desde un mismo sitio.
Con ese fin, le presentamos un conjunto de viajes por carretera en las cercanías de complejos turísticos para socios de Interval alrededor del mundo. Tal vez se proponga ver solo un par de los destacados de la lista o quizá se decida por conducir una larga distancia. De cualquier forma, es una buena excusa para abastecerse de galletas monstruo y de escuchar una lista de reproducción extraordinaria mientras visita lugares nuevos.
La California clásica a lo largo de la autopista de la costa del Pacífico
La conversación sobre la clasificación del mejor tramo de la famosa Autopista de la Costa del Pacífico, conocida cariñosamente como la PCH (Pacific Coast Highway), es tan animada como absolutamente subjetiva. Pero si goza con vistas infinitas al mar, chozas de comida marina y atracciones turísticas únicas, el tramo entre San Francisco y el norte de San Diego es difícil de superar.
En dirección sur desde San Francisco por la Ruta Estatal 1, su primera parada panorámica debería ser Devil's Slide Trail en Pacifica. Es un camino pavimentado de 1,3 millas (2 kilómetros) que ofrece aire fresco y varias vistas de la más representativa y escapada costa del norte de California. Más adelante, el Acuario de la Bahía de Monterrey, que alberga exposiciones que van desde divertidas nutrias marinas hasta un vistazo a las insondables profundidades del océano, es una visita obligada para los amantes del mar.
Tendrá que adentrarse un poco en San Simeón para ver el complejo del Castillo Hearst, pero ningún viaje por este tramo de la PCH está completo sin contemplar la opulenta hacienda, que incluye varias estructuras, como la Casa Grande, de 38 dormitorios y 68 500 pies cuadrados (6364 metros cuadrados), y la piscina Neptune, de 345 000 galones (1 305 968 litros), al aire libre.
Antes de llegar a lo que generalmente se considera el sur de California, haga una parada en el pueblo de Pismo Beach. Con largas extensiones de arena y sin aglomeraciones, tiendas originales y el muelle Pismo de más de 1200 pies (366 metros) de largo, sería fácil pasar un día aquí deleitándose con la atmósfera costera de la vieja escuela.
La fachada informal de Neptune's Net puede parecer un poco fuera de lugar en Malibú, pero este restaurante es un verdadero punto de encuentro para la gente del lugar. Ordene su plato favorito (pescado con papas fritas, una canasta de camarones, atún amarillo, tiras de almejas, etc.) y elija una mesa con vista a la PCH directamente hacia el Océano Pacífico.
A medida que se adentra en el área metropolitana de Los Ángeles, las vistas se concentran. Puede deambular por Venice Beach, recorrer el histórico Queen Mary y pasear por el muelle de Huntington Beach antes de que la PCH desemboque en la Interestatal 5 (que continúa hasta San Diego) cerca de Dana Point.
Bodegas, aguas termales y las montañas Rocosas del este de la Columbia Británica
El este de la Columbia Británica sintetiza la sugerencia del poeta y filósofo Ralph Waldo Emerson de “perderse en la naturaleza y encontrar la paz”, y los complejos turísticos Interval de la región están perfectamente situados para un tranquilo viaje por carretera al famoso Parque Nacional de Banff, en la provincia adyacente de Alberta.
Banff, el tercer parque nacional más antiguo del mundo (creado en 1885), atrae a más de 4 millones de visitantes al año a sus majestuosas montañas, lagos de un azul brillante (sobre todo el lago Moraine y el lago Louise, separados por un viaje de unos 20 minutos) y otras vistas asombrosas.
Vea la vasta naturaleza en un paseo en góndola por Banff, un viaje de ocho minutos que se eleva 2292 pies (698 metros) hasta la cima de la montaña Sulphur, para disfrutar una impresionante vista aérea de seis cadenas montañosas de las Montañas Rocosas canadienses. Las infinitas aventuras al aire libre en Banff incluyen remo y rafting, cabalgatas, escalada, espeleología y barranquismo. En invierno hay esquí y otros deportes invernales.
Dentro del parque nacional, explore la ciudad de Banff, donde encontrará el Museo Whyte de las Rocosas Canadienses, tiendas de artesanía y recuerdos en Bear Street y excelentes restaurantes como el Eden. También está el Lake Louise Village, más pequeño y tranquilo.
De vuelta en la Columbia Británica, cuando no esté disfrutando de un baño termal en Radium Hot Springs y Fairmont Hot Springs, aventúrese en un relajante paseo en automóvil hasta Creston. Encontrará tres bodegas muy prestigiadas: Red Bird Estate Winery, Skimmerhorn Winery and Vineyard y Wynnwood Cellars Estate Winery.
Otra excursión que merece la pena es a Pommier Ranch Meadery, en East Kootenay. Esta fábrica de hidromiel familiar, situada en un rancho fundado en 1927, empezó a producir miel de flores silvestres de montaña hace casi una década y la utiliza para crear hidromiel casera. Se necesita cita para visitas y degustaciones.
Hojas de otoño (y más) en el noreste
No importa lo lejos que quiera conducir para contemplar los espectaculares colores, asegúrese de hacer algunas breves paradas en lugares pintorescos para aprovechar las agradables temperaturas de la estación y las efímeras capas de intensos ámbares, granates y dorados del entorno. Aquí hay dos rutas excelentes.
Las torres de piedra cubiertas de hiedra y los amplios tejados cónicos son cosa de cuentos de hadas. Y sorprendentemente, Milford, Pensilvania, también. Una excusa estéticamente agradable para estirar un poco las piernas, el Sitio Histórico Nacional Grey Towers, fue el hogar del gobernador de Pensilvania y defensor de la conservación de los recursos naturales, Gifford Pinchot. Explore las grandiosas vistas del castillo, tanto por dentro como por fuera.
Para disfrutar de impresionantes paisajes naturales que probablemente ya haya visto en un anuncio de automóviles, diríjase a la frontera entre Pensilvania y Nueva York hasta el mirador Hawk's Nest, por una carretera serpenteante abrazada por colinas rojizas y doradas que dominan el río Delaware. Podría ser el escenario de la próxima foto navideña de su familia.
¿Busca algo zen cerca de Catskills? No necesita reservar un viaje a los Himalayas para encontrarlo. En Woodstock, Nueva York, se encuentra Karma Triyana Dharmachakra, un auténtico monasterio budista tibetano. Con un colorido interior ornamentado y suaves sonidos de los cuencos que suenan por todo el recinto, este tranquilo centro brinda la oportunidad de mirar en nuestro interior y conocer la rica tradición budista. (Abierto todos los días, con visitas gratis los fines de semana).
Para recorrer la historia, visite la primera capital de Nueva York: Kingston. Siéntese junto a una ventana y elija una novela contemporánea en Rough Draft Bar & Books para ser testigo de una yuxtaposición cronológica: Aquí se encuentra la única intersección del país en la que las cuatro esquinas fueron construidas antes de la Guerra de la Independencia. Luego, consiéntase con una comida preparada por un chef nominado por James Beard en Top Taste, un pequeño restaurante pintado de verde y amarillo desde donde los sabores jamaicanos caseros penetran deliciosamente las calles centenarias.
De costa a costa: Atlantic City a Myrtle Beach
Para un viaje por carretera por la costa desde Atlantic City, pruebe uno de dos itinerarios: Aproximadamente dos horas y media al oeste de America's Playground, pasando por Wilmington, Delaware, llegará a Baltimore. Deléitese con mejillones, camarones y otros exponentes de la comida marina de la bahía de Chesapeake en lugares como Bertha's. Navegue por el puerto interior de la ciudad en un taxi acuático, observe tiburones en el Acuario Nacional y visite el observatorio de estilo pagoda en Patterson Park.
O aventúrese en una dirección diferente cuando llegue a Wilmington y tome el desvío Harriet Tubman Underground Railroad por Delaware y hacia la costa este de Maryland. El recorrido panorámico en automóvil autoguiado en honor a la famosa abolicionista y exesclava recorre 125 millas (201 kilómetros) desde Cambridge, Maryland, hasta Filadelfia, y se puede realizar en sentido inverso. Incluye más de 30 sitios, la mayoría al sur de Wilmington. Termine el recorrido en el centro de información para visitantes y jardín conmemorativo de Cambridge.
Hay tanto que hacer como que ver mientras se viaja por la carretera que va de Myrtle Beach, Carolina del Sur, a otra Wilmington: Wilmington, Carolina del Norte, llena de actividades. En el camino, haga una parada en Ocean Isle Beach, una pequeña ciudad costera. Dedique parte de su tiempo a visitar el Museo de la Costa de Carolina, que incluye un planetario, y haga una parada en la Bodega Silver Coast (se recomienda reservar) para degustar vinos locales elaborados con uvas recogidas en las regiones montañosas de Carolina del Norte, Georgia y Virginia.
Una vez que llegue a Wilmington, explore el Distrito Histórico del Registro Nacional de la ciudad costera que abarca más de 230 cuadras, vea azaleas en Airlie Gardens, recorra el famoso acorazado de la Segunda Guerra Mundial Carolina del Norte, pasee por el paseo marítimo de Carolina Beach y mójese en el Jungle Rapids Family Fun Park.
La campiña inglesa está llamando
Un viaje a los lagos tiene que ver tanto con los fascinantes recorridos por Lakeland como con el senderismo. Y el Keswick Loop, de 23 a 35 millas (37 a 56 kilómetros), (dependiendo de la ruta que tome), a través de Buttermere y Borrowdale, es el viaje por carretera perfecto de un día, con la diversión añadida de un par de caminatas y paradas obligatorias para tomar un refrigerio por el camino.
Comience el día en el pintoresco pueblo de Keswick y recargue energías con platos como Biscoff y panqueques de suero de leche con plátano en Keswick's Lake Road Brunch. Con el estómago y el alma felices, salga a la carretera y recorra el valle Newlands de 3 millas (5 kilómetros) de largo desde Braithwaite (cerca de Keswick) hacia Buttermere.
Disfrute de un sencillo paseo panorámico por el sendero de 4,5 millas (7 kilómetros) que rodea el lago Buttermere. O, si prefiere un desafío mayor, suba por el sendero de la colina Haystacks. De los 214 senderos de Wainwright, que deben su nombre al célebre excursionista, ilustrador y escritor británico Alfred Wainwright, el de Haystacks, con vistas a Buttermere, era el favorito de Wainwright. No es de extrañar que: un silencio calmante impregne este paisaje de Lakeland, donde los imponentes árboles se reflejan en el lago para crear vistas caleidoscópicas. Contemple unas dos horas y media para completar esta caminata por la orilla del lago y después recompénsese con un bollo con mermelada y un chocolate caliente en Croft House Farm Café.
De regreso en su vehículo, desde el extremo sur de Buttermere, siga por paso Honister de 4 millas (6 kilómetros) y prepárese para bajar la marcha en esta carretera estrecha y empinada que da una vuelta hasta el extremo oriental del valle de Borrowdale. En el camino, haga una parada en el encantador pueblo de Seatoller, rodeado de colinas y bosques antiguos, antes de regresar a Keswick para disfrutar de una abundante cena en el pub Pack Horse Inn, junto con una cerveza de barril o una copa de sidra.
Belleza costera a lo largo de Algarve, Portugal
Desde la mística gruta marina de Benagil hasta una ensenada recóndita, las playas de Algarve merecen ser exploradas a fondo, con una dosis extra de relax en el medio, por supuesto. La mejor forma de visitar el mayor número posible de playas es conducir por la carretera en una estadía prolongada por la panorámica costa.
Si bien gran parte de la ruta de 73 millas (117 kilómetros) de Faro a Lagos implica conducir por carreteras del interior, hay muchas oportunidades de tomar desvíos costeros y refrescantes descansos en la playa.
Haga su primera parada en Praia da Falésia y disfrute del gozo de estar junto al mar. Esta extensión costera de 4 millas (6 kilómetros) se extiende desde Olhos de Água hasta Vilamoura y alberga aguas cristalinas, acantilados de color papaya, un parque natural y menos aglomeraciones en temporada baja.
De vuelta a la carretera, sáltese las aglomeraciones de las playas de Albufeira y continúe hasta Praia do Ninho de Andorinha. Esta ensenada escondida es un lugar tranquilo para relajarse y descansar. Se trata de una playa no oficial, sin servicios ni socorristas, pero que verdaderamente es una adorable joya oculta.
Continúe conduciendo hasta la cueva Benagil. Esta impresionante gruta de playa tiene un agujero gigante en el techo y dos ventanas de forma semioval que dan al océano y permiten que la luz natural se filtre e ilumine la arena dorada que se encuentra debajo. Se puede acceder a esta majestuosa maravilla en un viaje en barco, organizado por Taruga Tours o en kayak o en tablas de surf de remo.
Complete su viaje por Portugal en la ciudad portuaria de Lagos. El casco antiguo, con sus sinuosas calles adoquinadas y sus restaurantes al aire libre, es el lugar perfecto para pasear y disfrutar de un ritmo de vida más pausado.
Lugares de interés cercanos a la Gran Barrera de Coral
El tramo de carretera más impresionante del norte tropical de Queensland es sin duda Great Barrier Reef Drive de 87 millas (140 kilómetros). Pero no permita que sea la única ruta que explore; añada estas paradas a su itinerario para aumentar la aventura en Australia.
Si viene de Cairns, conduzca una hora y media hacia el suroeste para ver los mamíferos ponedores de huevos más curiosos en el Parque Australiano del Ornitorrinco, en los lagos Tarzali. Este lugar es un patio de recreo para ornitorrincos y el hogar de 10 a 15 de estas criaturas con pico de pato y pelaje resbaladizo, por lo que es muy probable que vea uno. También en el parque se encuentra el Smokehouse Café, un restaurante que ofrece platos exóticos y deliciosos, como salchichas de cocodrilo ahumadas y un pegajoso budín de dátiles.
A continuación, conduzca una hora hacia el interior desde Cairns hasta Mareeba, una ciudad rural (piense en la película Wild, Wild West, edición Down Under). Diríjase al Museo del Patrimonio de Mareeba, al aire libre, y siéntase como si diera un paseo por la historia al pasar junto a molinos de viento de acero oxidado y antiguas herrerías y tiendas de sillas de montar.
Si recorre la ruta Great Barrier Reef Drive en dirección sur hasta Palm Cove, escoja Cape Tribulation como su primera parada, una maravilla de la biodiversidad donde la selva tropical más antigua del mundo se encuentra con la Gran Barrera de Coral. Situado en la selva tropical virgen de Daintree (a unas 2 horas en automóvil de Palm Cove), los visitantes pueden elegir aquí su propia aventura al aire libre: practique senderismo o ciclismo de montaña, zambúllase en pozos o aventúrese en excursiones guiadas a pie o a caballo.
O diríjase a Port Douglas (a 40 minutos al norte de Palm Cove) para hacer compras. Si es domingo, entonces el mercado del Parque Anzac es el lugar al que ir. Aquí, vendedores de todo el estado vienen a vender productos hechos a mano, desde joyas y productos agrícolas hasta pasteles con glaseado rosa. Cualquier otro día de la semana es ideal para visitar Macrossan Street, un animado centro comercial de elegantes boutiques, cafés, galerías y librerías y tiendas de regalos.