Vail, Avon y Beaver Creek, Colorado
Inspirado en los pueblos tradicionales de los Alpes Bávaros, Vail, en Colorado, le ofrece la escapada invernal ideal. Con sus pistas de esquí y snowboard de primera categoría, su ecléctica oferta gastronómica y sus impresionantes vistas de la montaña, este glamuroso refugio lo transportará sin duda alguna.
Visitas obligadas: Con más de 2100 hectáreas de terreno, incluidos los famosos Back Bowls, Vail se adapta a todos los niveles de esquiadores y snowboarders. ¿Busca algo menos extremo? Pruebe las caminatas con raquetas de nieve o el patinaje sobre hielo, o dé un paseo en góndola para disfrutar de vistas panorámicas dignas de Instagram.
Para comer: Sweet Basil, uno de los restaurantes con más trayectoria de Vail, ofrece un menú de fusión ecléctica en el que los clásicos estadounidenses se mezclan con la comida internacional. Piense en platos como el fletán de Alaska con almejas, polenta y quimbombó al estilo tempura, o un “surf and turf” con lomo de ternera y camarón tigre, servido con crema de langosta y glaseado de chile pasilla. Además, está justo en el corazón de Vail Village, así que después de cenar podrá disfrutar de la animada vida nocturna de la montaña.
Excursión de un día: Realice un pintoresco viaje a Glenwood Springs, a poco más de 100 kilómetros de distancia, para disfrutar de una experiencia rejuvenecedora. Conocida por sus aguas minerales curativas, Glenwood Springs cuenta con varios lugares donde remojar sus preocupaciones (¡y músculos doloridos!), incluida la mayor piscina de aguas termales minerales del mundo y un lugar más íntimo junto al río Colorado.